Pero sin lugar a dudas cuando Ulia alcanza su máximo esplendor es en la segunda mitad del siglo primero antes de Cristo, sobre todo a raíz de la victoria de César sobre los hijos de Pompeyo en Munda en el año cuarenta y cinco antes de cristo.
El BellumHispaniensis de AuloHircio nos informa de que fue esta ciudad de la campiña cordobesa la única de la Bética que permaneció fiel a César durante la guerra civil.
Pero algo antes ya hay noticias de Ulia en el BellumAlexandrinum refiriéndonos el suceso del asedio que sufre la ciudad por parte de las tropas que se habían amotinado en la provincia de Corduba contra Casio Longino que se refugio en Ulia. Marcelo acampó cerca y asedió la ciudad hasta que la llegada de Lépido reestableció la paz.
Volviendo al BellumHispaniensis retomamos la historia en el cuarenta y seis antes de Cristo, cuando Cneo Pompeyo sitia Ulia mientras que su hermano Sexto se establece en Corduba. Los ulienses sitiados se enteraron de la llegada de César a Hispania y mandaron mensajes de auxilio a lo que el romano respondió enviando tropas al mando de LuciusVibiusPaciecus y marchando, él mismo, hacia Corduba.
Las tropas enviadas para auxiliar a Ulia serían unos dos mil cuatrocientos infantes, e igual número de caballeros, lo que nos da idea de la importancia estratégica de la ciudad. Tras la batalla de Munda y el definitivo triunfo de César las ciudades que le habían sido fieles se ven claramente favorecidas con diversas medidas: donación de tierra, exención de impuestos…